Este simpático personaje es mucho más que un hombre vestido de manera chistosa. Patch Adams es un verdadero revolucionario en el campo de la medicina.
Una mirada basta para saber que Patch Adams no es un doctor
cualquiera. Con una camisa saturada de colores y formas, unos pantalones
fosforescentes y unos tenis no menos llamativos, entra en el cuarto donde dará
su conferencia y lo inunda con su presencia. Se para enfrente de nosotros para
vernos, nos explora uno por uno, y después exclama: "¿Qué se supone que
tengo que decir? ¿No van a preguntarme nada?". Así de sencillo e
irreverente es.
La historia de Hunter Doherty Adams se dio a conocer
principalmente por una cinta de Hollywood inspirada en su vida y protagonizada
por Robin Williams. "Muchos me conocen por esa película", platica.
"Pero únicamente me muestra como un doctor divertido, como alguien con muy
buen humor, y yo soy más que eso".
Sin duda lo es: Patch, como se le conoce cariñosamente, ha
estado involucrado en diversos movimientos sociales contra las guerras y el
hambre. De hecho, mientras estudiaba en la universidad participaba activamente
en las protestas contra la guerra de Vietnam. "Pero la película no muestra
nada de eso", se lamenta.
Después de hacer una demostración de sus juguetes favoritos
–un aparato usado por los dentistas para abrir la boca de sus pacientes, una
bolsa que simula gases y un moco artificial– comienza a hablar sobre su
experiencia, aunque sin caer en la solemnidad.
"Para mí es importante pasar tiempo de calidad con mis
pacientes. Las entrevistas duran de 3 a 4 horas y les pregunto de todo. No hay
nada de ellos que no me interese saber. Los doctores convencionales preguntan
sólo lo básico para poder 'curar'. Pero ¿de qué sirve curar a alguien de un
tumor si va a seguir descontento con su vida?". Y entonces hace una
afirmación aterradora: "sólo 5 por ciento de la gente que trato está
contenta con su vida. A la gran mayoría no le gusta su matrimonio, odia su
trabajo, no se gusta a sí misma. No está viviendo, está lidiando con la
vida".
Para este divertido doctor –quien dirige el Instituto
Gesundheit!, dedicado a ayudar a los pacientes a sobrellevar sus enfermedades
de la forma más divertida posible– el principal motor del cambio es el amor.
"Para mí la riqueza yace en llevar una vida a amable, generosa y amistosa.
Si tienes comida y un amigo, ¿de qué te quejas?".
¿Lo primero que hay que hacer para lograr un cambio en el
mundo? Ser bondadosos en nuestra vida diaria. “El amor y la bondad son dos
sentimientos básicos para el ser humano. Y aun así, ninguna escuela los enseña.
Estamos tan alejados de la bondad que tenemos que hacerla nuestro objetivo. ¿Y
dicen que yo soy el extraño?".
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